ESA ARAÑA EN EL PATIO

 

   

Esa araña del patio, la Inmóvil

en la esquina de los muros,

me conoce.

Yo la buscaba desde mi mesa,

cada mañana, con esa oscura confirmación

del miedo.

La buscaba al regar.

Un día le eché agua,

y se quedó en el centro

de la galaxia que formaron las gotas en la tela,

sin mover ni una pata,

y quizá, hasta mirando

algo de mí que yo no veo.

 Entonces,

empecé a hablarle,

cada día, para no tener más miedo.

Pero

Entonces

Pero…

 

Su silencio  me alcanza.

 

(Inédito)