DE LA TROVA DIGITAL

“EL ARTE CAMBIA AL MUNDO, CAMBIA LA FORMA DE COMUNICARSE Y DE INTERACTUAR”

Sofía Zermoglio es escritora y periodista nacida en Concordia. Escribó el libro  “Dónde me lleven tus alas”. Una obra que ha tomado gran repercusión por su contenido y por la causa social que su autora está llevando a cabo respecto a éste.

El fin de semana la autora estará presentando su libro junto a Ángel López y diferentes músicos en la ciudad de Concordia, en un evento significativo. 

 

Contactamos a Sofía desde Los Angeles, donde vive actualmente, y hablamos (entre muchas cosas) sobre su libro que presentará en la ciudad. 

-Sofía, contame en qué tiempo y en qué momento escribiste  “Dónde me lleven tus alas”.  

-Comenzó como un cuento corto de trece hojas escritas a mano, doble faz en uno de mis cuadernos. Lo leí y releí. Sentí la necesidad de darle a Daniela y a su historia la oportunidad de ir un poquito más allá, darle más vida, desarrollar su personaje.

Pasé en limpio en mi computadora lo que había escrito y durante siete meses no pude dejar de escribir. Taché, borré, escribí, reescribí una y mil veces cada capítulo. Este último proceso lo comencé en septiembre 2011 y terminé en marzo 2012.

-¿Por qué lleva de nombre “Dónde me lleven tus alas”?

-Tenía una lista grande de nombres. Quería que estuviese relacionado con la historia pero que no fuera demasiado literal. Buscaba de alguna manera sorprender al lector y que cada uno sea capaz de descubrir hacia donde lo llevan sus alas. Considero que no hay un lugar común entre los que lo leen.

-¿Con quién editaste y produjiste tal obra?

- Muchas personas estuvieron involucradas en este proyecto. Desde el principio Agustín Inchauspe fue el ilustrador, el diseñador gráfico, el hacedor en una gran medida. Hubo “correctores” que para la segunda los reemplazamos por mi editora Marcela Sambrana.

Amazon fue la compañía que me ayudó a hacer posible, con poca inversión, para que este libro terminara en manos de todos los que quisieron ser parte de  este proyecto.

-Podrías contarme en unas líneas cuál es el sentido final o principal de esta obra que llevás con tanto orgullo.

-No sé sí puedo solamente decir que tiene un solo sentido final, sobre todo porque leyendo las cartas y comentarios de la gente que ya lo ha leído, cada uno ha encontrado un sentido muy ligado a su vida y experiencias personales.

Desde mi punto de vista, hay dos temas centrales, el primero es la importancia de crear conciencia sobre la importancia de ponerse un poquito en lugar del otro. Empatía. Nadie con una discapacidad, necesita soportar  la mirada ‘ajena’ que marca que hay algo ‘diferente’.

Segundo, de alguna manera me gustaría llegar a los jóvenes que creen que durante la adolescencia tienen una especie de escudo protector contra todo, que no toman conciencia de que una decisión mal tomada en un momento de descontrol puede convertirse en una mochila muy pesada que puede cambiar su vida y la de la gente que te rodea. Crear conciencia y aprender a responsabilizarse de sus actos.

-¿Qué te unió con Ángel López y esta idea de la presentación en conjunto en Concordia, para la presentación de tu libro? 

-No hubo una unión forzada, ni siquiera planeada, se dio naturalmente. Tal vez una de las mejores cosas que tiene Facebook, que une gente que tiene ganas de hacer cosas creativas y compartirlas. Fue una idea de los dos juntos, porque no sabría decir si yo lo propuse o fue él.

Yo escribí una poesía sobre nuestra ciudad, él compuso la música, invitó otros músicos y artistas a formar parte de nuestra muestra. Es una interacción genuina que nos ha unido a todos a través del amor al arte. Ahora Celia Otaegui va a ser la encargada de hacer el análisis literario de mi nouvelle.

-Me contaste que la inspiración de tu libro fue tu experiencia con tu enfermedad. ¿Desde qué lado hablás en el mismo y cuál fue el sentimiento más fuerte inspirativo de la obra?

-Sí, y no sólo la mía, sino la de muchos que estuvieron conmigo.

Sentir que llevaba una enfermedad en el cuerpo pero no en el alma. Nunca esta enfermedad me tuvo a mí, ni hice de ella mi bandera. He sido una persona con suerte, y es por ésa suerte que me tocó, que hoy puedo intentar colaborar con hacerle la vida un poquito más fácil a alguien.

-¿Qué pensás que una obra artística puede lograr en las personas, en la sociedad? ¿Por qué creés que hay muchas personas que no creen en su arte para cambiar su vida o porqué no; un poco más el mundo?

-Creo que no importa la forma en la que uno elige expresarse. El arte cambia al mundo, cambia la forma de comunicarse y de interactuar. Es una forma de liberar y liberarse.

En lo personal busqué la forma de conseguir lo que sentía necesidad de hacer, a través de lo que amo hacer. Si tan sólo una persona se siente mejor o logramos entre todos cambiarle un poquito su realidad.

Hablando a grandes rasgos, el mundo está demasiado ocupado por salvarse a sí mismo que se olvida de la importancia de ser solidarios, porque no es sino dando cuándo más se recibe, y no es sino entre todos que vamos a hacer la diferencia de lo que somos como sociedad.

Por Nicolás Solari

Tomado de: http://www.latrovadigital.com