-mamá, mamá!
-qué hijo
-ya di vuelta las alfombras y sequé cada rincón de la lluvia de anoche
-ahh y cuando vas a sacarlas al sol para que se evaporen los pasos mojados?
-los pasos todavía no llenan la alfombra, sólo los bordes
- ¡qué!? todavía no llenaste la alfombra de pasos?, ¿hace cuanto que la tenés, decime? años!!
-¡bueno! es que acá el tiempo hace de los pasos otra cosa; no es como allá
-¡qué allá ni acá! si vieras como se llenan de pasos las alfombras de la hija de Susana!, y cómo los limpia después con esa máquina...como se llamaba?
-no sé.
-claro! que vas a saber si ni siquiera podés llenar de pasos la alfombra!
continuará.....