HISTORIA DE UNA SOLEDAD - POR AUGUSTO MUNARO, SOBRE LIZETA

Un hombre en su lecho de muerte. Y en ese agrio umbral, frente al misterio del más allá, Florencio Lizeta, combate el fantasma especular de su memoria. Un enjambre de recuerdos alucinantes que se contorsionan a medida que sus obsesiones florecen a través de un relato con fuertes tintes oníricos. Su extraña profesión, la mujer que ama, o amó, –Lucía-, el miedo a la soledad y la culpa; pulsiones que van forjando una atmósfera de desasosiego no exenta de fina ironía. ¿Estamos ante el desgarramiento que produce el abandono de los síntomas de un desequilibrio? Tal vez mucho más que eso.
Hay una interesante exploración de la realidad como historia interior del narrador. Abre perspectivas para reintegrar el pasado construido a retazos, que, ágilmente yuxtapuestos, articulan un mosaico de la mente de su protagonista. Pues Lizeta se sumerge en trances existenciales, donde fantasía –su encuentro con Gregorio Samsa, por ejemplo- y realidad se entremezclan por igual. La descripción de lugares ambiguos, es uno de los mayores logros del autor. Pasillos que tienden a mutar, como si se tratara de una madriguera kafkiana (el tiempo posee un valor espacial). La narración se torna una suerte de pesadilla laberíntica donde cualquier salida se reduce a mera quimera.
Si debemos pensar en filiaciones inmediatas, Mario Levrero podría ser una alternativa; el escritor uruguayo de títulos tan singulares como La ciudad y El lugar. Si bien por momentos la nouvelle, opera metafóricamente, desde el punto de vista formal, este misterioso libro desafía varios géneros. Irreductible a las categorías, Lasque descubre con Lizeta, la expresión de una experiencia escrituraria única.

 
Por Augusto Munaro. Sobre Lizeta, de Hernán LASQUE. Narrativa. Colisión Libros. Buenos Aires, Argentina. 2012 (91 Págs.)