No me preguntes "quién sos",
no, ya no, no lo vuelvas...
La rubiecita se mezcla con el sol en el cielo
y hay dos soles
y la sonrisa se le mezcla con los soles
y ahí son tres,
solcitos,
hermosos solcitos altos
y después puntitos,
sólo puntitos,
brillantes
y vos abajo preguntándome quién soy
y yo mirando la rubiecilla feliz,
las pequeñas rubiecillas felices y altas.
Brillitos agudos.
-Álcenme. ¡Álcenme solcitos!
-¿Quién sos? ¿Quién sos?
-¡Álcenme!
- ¿Quién sos? Vos, ¿quién?
No te quería matar, yo,
no te quería;
quería un solcito.
Un puntito,
uno...
Para mí.