BELÉN ZAVALLO LANZA SU PRIMERA NOVELA, "LAS ARMAS"

 

"Astillas, un pedazo de vidrio puntiagudo, carne lastimada y palabras que antes servían y ahora no significan nada. ¿Qué se hace cuando tenemos entre las manos el dolor insoportable del sufrimiento de una hija, de la brutalidad, la injusticia?", dispara, aguda y certera,  la poeta y periodista, Marina Mariasch, en la contratapa de Las Armas, la primera novela de la escritora entrerriana, María Belén Zavallo. 

Luego del lanzamiento del libro de poemas Lengua Montaraz (Ana Editorial, 2021), llega de la mano de Agua viva ediciones,  Las Armas; una novela que insiste en una narrativa cargada de poesía. "Este año es para mí un tiempo de concreción, escribo desde hace mucho pero Lengua montaraz y su visibilización gracias al Premio Storni me da la posibilidad de atravesar otros espacios con la escritura, llegar a otro público, relacionarme y conocer gente del círculo pero sobre todo, lo más interesante, hablar de literatura en voz alta fuera de los ámbitos en los que se espera. Tengo siempre una fe que sostengo en la poesía, y no la encuentro lejos de la narración, creo que todos podemos leerla en algún destello cotidiano. La novela Las Armas intenta esa búsqueda, estará en los lectores luego determinar si lo logra o no, a mí me queda la satisfacción de haber llegado hasta donde no imaginaba", dice su autora. 

La idea de publicación nace en el 2020 luego de que María Ragonese, editora de Agua viva, anunciara una convocatoria para publicar obras inéditas; pero Las Armas, comenzó a gestarse mucho antes. "La empecé a escribir en 2018, pero como siempre siento en la escritura, la historia me llegó de antes. Hay un tiempo en la narración en la que es la memoria la que traza la línea y no la cronología. Este libro me conmueve por muchos motivos, pero también el proceso de escritura hasta la edición y prontísima publicación, hacen que pueda leerme desde una distancia que me permite despegar la carne del hueso", detalla Belén Zavallo. 

Desde entonces, comenzó un arduo camino que involucra a amigos y amigas, compañeros y compañeras, colegas; todas y todos apuntalando y aportando al crecimiento amoroso de la palabra empoderada. "María Ragonese la leyó con minuciosidad, trabaja en el proyecto de forma macro pero no pierde los detalles y menos ahora que se incorporó a la editorial Washintong Atencio, que además de ser un gran amigo y poeta, es un lector avezado y meticuloso. Trabajar la edición final, porque también hice una primera con Santiago Llach, otra más personal con Noelia Torres, y esta final con los editores, reafirman mi concepción de escritura que saca la soledad del acto a un oficio que se puede transitar junto a otras y otros que también arriman su mirada y construyen mejores versiones del texto y de una misma como escritora", sintetiza la autora.

 

Tomado de: Análisis Digital.