Una lectura de "La voz" de Stella Maris Ponce, por Ferny Kosiak

 

Este es el cuarto poemario de Stella Maris, una de las mejores poetas de nuestra provincia, cantante y hacedora cultural desde, para y por Concordia. En este libro publicado por Ediciones En Danza hay una continuidad de esa mixtura entre música y poesía que había comenzado en su libro anterior, Spirituals, donde el góspel tenía una fuerte presencia y oír la lectura/cantada de esos poemas era y sigue siendo magia. La voz está dividida en cinco giros, Adagio, Andante, Moderato, Rallentando, Ad libitum, indicaciones que aparecen en las partituras musicales (generalmente de la música clásica pero no solo allí) y que en este caso indican como indicadores, como un aviso previo a la lectura sobre la velocidad o la intensidad que tendrán los poemas de esa parte del libro. Los textos van desde preguntarse sobre qué es un poema a un cuerpo femenino celebrado y expansivo, pasando por una serie de poemas frutales, frescos. Las temáticas son tan pequeñas e individuales como universales, en poemas breves y de versos cortos o extensos y casi narrativos. El todo del libro se configura como una partitura de vida, como un libro capaz de abarcar todas las aristas de la poeta, de comenzar con lentitud, para acelerar, ralentizar o interpretar (escribir y/o leer) como cada unx guste. Siempre es un placer leer a Stella Maris y aún mejor es oírla, cantando o leyendo sus poemas, con su voz tan generosa como el gesto de regalarme este libro. Compartir poesía es compartir un mundo.

“No tenemos hijos pero de alguna manera la siembra sigue imponiéndose.”

 

Ferny Kosiak.