FERNANDO BELOTTINI OBTIENE EL FRAY MOCHO EN CUENTO

 

Tomado de http://www.eldiariodeparana.com.ar

"Los premios orientan a los lectores sobrevivientes”

Es santafesino pero reside en Concordia desde hace nueve años y ganó el máximo galardón de las letras entrerrianas con su libro Textos sin destino. Formado en talleres literarios con Alicia Steimberg, ha desarrollado una interesante obra de relatos y dramaturgia.

El escritor concordiense Fernando Belottini ganó el Premio Fray Mocho en la categoría Cuentos, por su libro Textos sin destino, según el dictamen del jurado compuesto por Angélica Gorodischer, Marta Alicia Ortiz y Jorge Isaías.
Belottini nació en San Jorge (Santa Fe) en enero de 1962, pasó su infancia en María Susana (Santa Fe), su adolescencia en Las Parejas (Santa Fe) y posteriormente vivió algunos años en Rosario (Santa Fe) y en Córdoba.
Desde el año 2000 reside en Concordia y trabaja como contador en una empresa que elabora jugos concentrados.
Ha ganado numerosos premios y certámenes, además de integrar antologías y selecciones de poemas. Se formó junto a la escritora Alicia Steimberg a quien reconoce como su maestra.
Además, integra el consejo editor del sitio web Autores de Concordia (www.autoresdeconcordia.com.ar) y trabajó junto a Marcelo Leites en la elaboración de una antología virtual de autores entrerrianos.

RELEVANCIA. Sobre la trascendencia de este premio que otorga el Gobierno de Entre Ríos, a través de la Subsecretaría de Cultura, su titular, Roberto Romani, consideró que “la cantidad y la calidad de los trabajos que se han presentado, hablan de la relevancia que tiene para los autores esta convocatoria, realidad que nos compromete a dar continuidad a la tarea emprendida por nuestros mayores, apuntalando fuertemente a los trabajadores de la palabra y acompañando con ediciones de calidad las obras que a criterio del jurado, merecen el amplio conocimiento del público lector”.
Finalmente el subsecretario de Cultura aseguró que “como lo hemos realizado en los últimos años, además de la publicación del trabajo ganador que realizaremos en la Editorial de Entre Ríos, invitaremos especialmente a Fernando Belottini a participar de la jornada dedicada a Entre Ríos en la Feria Internacional del Libro y lo acompañaremos en diferentes presentaciones que tendrán por escenario la provincia de Entre Ríos, como una forma de prolongar el sincero abrazo de afecto y emoción que en nombre de todos los entrerrianos deben receptar los creadores de la generación del nuevo milenio”.

CRÓNICAS URBANAS. Belottini contó que el libro que mereció el mayor premio de las letras entrerrianas está integrado por 12 relatos.
“Son cercanos a crónicas urbanas. En general están escritos en primera persona y transcurren o tienen como marco distintas ciudades (Rosario, Córdoba, ¿Buenos Aires?, Concordia) en las que he vivido. Personajes en situaciones fantásticas o reales, a veces enfrentados al absurdo o luchando contra un devenir difícil de controlar, en un tono que pretende cierta gracia, cierto humor”, describió.
–¿De qué época son? ¿Los escribió pensando en este concurso o bien fueron producidos independientemente de eso?
–Hay textos que tienen su antigüedad, que fueron revisados, reescritos y otros, más cercanos en el tiempo. El trabajo de corrección, de reescritura, es infinito. Lo que pensé para el concurso era qué textos reunía, tratando de que tuvieran algún hilo conductor, algo en común. Sólo después de reunirlos me di cuenta que el recorrido que seguían era el que yo había tenido mudándome de ciudad en ciudad, tal vez enfrentándome al absurdo o a las cosas que no puedo controlar en lo cotidiano, como sucede, fatalmente, en Argentina.

AUTORES.
–¿Qué le gusta leer?
–De todo, hasta los diálogos en las salas de los chat. Soy un lector voraz, curioso e indisciplinado, que siempre ambicionó sin conseguirlo poder comprender y disfrutar cualquier texto que cayera en sus manos. Una amiga sabia (allá por el siglo XX), citaba: “Todo texto tiene su resto, y todo resto, su texto”. De literatura me gusta leer novelas, cuentos, poesía, teatro, ensayos, textos didácticos, en ese orden y de autores diversos. Si es posible, autores que se presume son como faros. Ahora, por ejemplo, estoy leyendo Entre Ríos, huellas en nuestra historia, un libro editado por el Programa Identidad Entrerriana con un enfoque más bien antropológico, con lenguaje llano, un abordaje de la historia que no cae en conquistas, batallas, como nos tiene acostumbrado la historia escolar, muy interesante. También, Las cosas, de Georges Perec, que me prestaron. También Barthes. Además, Hacia una gramática del texto de dos profesoras cordobesas. También un libro de poesía de un amigo que vive en Córdoba recién editado. Pero lo que va de este año fue de Murakami, de Guillot, de Calvino, de Cervantes, así como el año pasado fue de Chejov, de Pirandello, de Saer y de mi maestra, Alicia Steimberg.
–¿Cuáles son sus autores entrerrianos favoritos?
–Convengamos que le cuesta a las enumeraciones evadir la injusticia. Así como Entre Ríos tiene un paisaje peculiar, inspirador y ha dado grandes poetas, Concordia también los tiene (y algo está sucediendo), aunque no sé si han logrado la difusión que merecen. Si tengo que nombrar de toda la provincia no puedo dejar de mencionar a: Ortiz, Mastronardi, Blaisten, Montesino (que ahora reside en Paraguay), algo de Daniel Durand. De Concordia, que viven en mi ciudad: Marcelo Leites, Stella Maris Ponce, Juan Meneguín, Alejandro Bekes, cada uno en su estilo exhiben virtuosismo, cierta preocupación por lo literario que me place leer y que me han enseñado de diversas maneras a valorar lo propio. Me debo una lectura más amplia de Van Bredam, de Manauta, del Vizconde Lascano Tegui, de Calveyra y de muchos más, por supuesto (y por suerte).
–¿Qué significa para usted ganar este premio?
–Un regocijo, un incentivo y un compromiso para mejorar. Es obvio que uno participa de concursos para ganarlos, pero hay que reconocer también que en ellos juega el azar. Los concursos, cuando son cabales, te dan la pauta de que, mal o bien, transitás por lo literario. Alicia Steimberg dice algo así como que cualquiera que no sea analfabeto puede escribir, ahora que lo que escribe sea literario, está por verse. En ese sentido, los premios orientan a los lectores sobrevivientes, no significan tampoco una verdad incontrastable, a veces sucede que el texto ganador no colma las expectativas de nadie pero, en general, son indicios, rumbos de lo literario.