SELVA ALMADA RECIBIÓ LA MENCIÓN DE HONOR "JUANA AZURDUY DE PADILLA"
En un emotivo acto que se realizó esta tarde en el Salón Eva Perón del Senado de la Nación, la senadora nacional Sigrid Kunath entregó la Mención de Honor "Juana Azurduy de Padilla" a la escritora, poetisa y narradora entrerriana Selva Almada, en reconocimiento a su labor literaria comprometida con la realidad social y la denuncia de las violencias a las que son sometidos niños, adolescentes y mujeres en nuestro país.
"Es una enorme satisfacción poder llevar a cabo este homenaje, poder encontrarnos para destacar la trayectoria de una escritora entrerriana involucrada con los espacios de las luchas que le toca transitar y me honra que Selva haya aceptado esta propuesta, que casi ya terminando mi mandato era algo que quedaba pendiente, así que muy feliz de poder participar de esta ceremonia", señaló Kunath.
La legisladora entrerriana afirmó además que "esta distinción significa no solo reconocer la trayectoria de alguien que admiro, sino resaltar en este lugar y con el acompañamiento de ustedes el valor indispensable de su palabra, como una herramienta de interpelación y de visibilización".
"Selva con su obra nos lleva a repensarnos, nos sacude para que reflexionemos de qué manera nos queremos relacionar y como queremos seguir viviendo en nuestra sociedad" puntualizó la senadora y finalizó: "estoy convencida de que su lucha a través de la escritura es un faro que debe valorarse y sostenerse desde todos los espacios".
Selva Almada, por su parte agradeció la distinción a la senadora Sigrid Kunath y " a mi compañero Grillo por su apoyo, a mi mamá, mi hermana, mis amigos y amigas por hacer menos solitario este oficio y a mi maestro en la escritura Alberto Laiseca".
Y aseveró que "no le podemos pedir a la literatura que cambie el mundo pero todos recordaremos un poema, un libro, un fragmento que nos ayudó a entender y ver el mundo de otra manera".
"A mi los libros me mostraron que no había una sola manera de percibir las cosas. No escribo para que mis textos transformen a nadie pero seguro que cada vez que escribo se produce una transformación en mí", aseguró Almada.
También hizo uso de la palabra la artista plástica y hermana de la escritora, Lilian Almada, quien puntualizó que "no voy a hablar de Selva como escritora sino de mi hermana y su relación con las palabras. Una relación que viene desde que eramos niñas y jugábamos a ser ella periodista y escritora y yo bailarina de comparsa o diseñadora de modas. Y lo que era un juego con el paso del tiempo se fue poniendo serio", recordó Lilian y agregó: "Ahora que Selva es públicamente una gran escritora, necesito que sepa que me llenó y me llena de orgullo que sea mi adorable hermana".
Por su parte, Julián López, amigo de la escritora destacó que "la voz narrativa y lírica de esta mujer es exactamente como el nombre con que sus padres la bautizaron, una jungla secreta y llena de presencias, de espíritus". Y añadió "que estoy muy feliz y satisfecho de estar hoy acá".
Mientras que otro amigo de la escritora, Oscar Lesa, sostuvo que "brindo por la prepotencia del trabajo de Selva, porque ella, una chica de provincia, en una gran urbe, nunca claudicó; porque con mayor o menor éxito en sus proyectos siempre deseó y con el deseo no se puede".
Selva Almada es autora de 9 obras, entre las que se encuentran "Mal de muñecas" (2003), "Niños" (2005) y "Una chica de provincia" (2007). En 2012 publicó su primera novela "El viento que arrasa" y un año más tarde "Ladrilleros", donde comprobamos que la violencia también puede teñir la voz narrativa. Ambas publicaciones ya llevan varias reediciones. En 2014 edita un libro de crónicas, "Chicas muertas", en el que narra la historia de tres mujeres de provincia asesinadas en los años ochenta, tres muertes impunes ocurridas cuando todavía, en nuestro país desconocíamos el término femicidio.
Los libros que publicó después, "El desapego es una manera de querernos", una serie de cuentos, y "El mono en el remolino", un compendio de anotaciones sobre el rodaje de la película "Zama" -de Lucrecia Martel-, si bien no están directamente vinculados con la temática, muestran el interés de la escritora por los casos de violencia de género y que persiste a través de su obra.
La autora de la iniciativa destacó la importancia de estas menciones ya que "lamentablemente hoy para quienes escriben, vivir del libro resulta una utopía y no por esto debemos dejar de destacar y de resaltar el valor que la producción literaria tiene", finalizó Kunath.
El gobernador de la provincia de Entre Ríos, Gustavo Bordet y el vice gobernador Adán Bahl, hicieron llegar su adhesión. Del evento también participaron las senadoras nacionales Norma Durango y María Eugenia Catalfamo; la directora general de la Dirección de Cultura del Senado de la Nación, Liliana Barela; el director General de Gestión Cultural de la Secretaría de Turismo y Cultura de Entre Ríos, Germán Andrés Gómez, y el director de la Editorial de Entre Ríos, Fernando Kosiak.
"Es una enorme satisfacción poder llevar a cabo este homenaje, poder encontrarnos para destacar la trayectoria de una escritora entrerriana involucrada con los espacios de las luchas que le toca transitar y me honra que Selva haya aceptado esta propuesta, que casi ya terminando mi mandato era algo que quedaba pendiente, así que muy feliz de poder participar de esta ceremonia", señaló Kunath.
La legisladora entrerriana afirmó además que "esta distinción significa no solo reconocer la trayectoria de alguien que admiro, sino resaltar en este lugar y con el acompañamiento de ustedes el valor indispensable de su palabra, como una herramienta de interpelación y de visibilización".
"Selva con su obra nos lleva a repensarnos, nos sacude para que reflexionemos de qué manera nos queremos relacionar y como queremos seguir viviendo en nuestra sociedad" puntualizó la senadora y finalizó: "estoy convencida de que su lucha a través de la escritura es un faro que debe valorarse y sostenerse desde todos los espacios".
Selva Almada, por su parte agradeció la distinción a la senadora Sigrid Kunath y " a mi compañero Grillo por su apoyo, a mi mamá, mi hermana, mis amigos y amigas por hacer menos solitario este oficio y a mi maestro en la escritura Alberto Laiseca".
Y aseveró que "no le podemos pedir a la literatura que cambie el mundo pero todos recordaremos un poema, un libro, un fragmento que nos ayudó a entender y ver el mundo de otra manera".
"A mi los libros me mostraron que no había una sola manera de percibir las cosas. No escribo para que mis textos transformen a nadie pero seguro que cada vez que escribo se produce una transformación en mí", aseguró Almada.
También hizo uso de la palabra la artista plástica y hermana de la escritora, Lilian Almada, quien puntualizó que "no voy a hablar de Selva como escritora sino de mi hermana y su relación con las palabras. Una relación que viene desde que eramos niñas y jugábamos a ser ella periodista y escritora y yo bailarina de comparsa o diseñadora de modas. Y lo que era un juego con el paso del tiempo se fue poniendo serio", recordó Lilian y agregó: "Ahora que Selva es públicamente una gran escritora, necesito que sepa que me llenó y me llena de orgullo que sea mi adorable hermana".
Por su parte, Julián López, amigo de la escritora destacó que "la voz narrativa y lírica de esta mujer es exactamente como el nombre con que sus padres la bautizaron, una jungla secreta y llena de presencias, de espíritus". Y añadió "que estoy muy feliz y satisfecho de estar hoy acá".
Mientras que otro amigo de la escritora, Oscar Lesa, sostuvo que "brindo por la prepotencia del trabajo de Selva, porque ella, una chica de provincia, en una gran urbe, nunca claudicó; porque con mayor o menor éxito en sus proyectos siempre deseó y con el deseo no se puede".
Selva Almada es autora de 9 obras, entre las que se encuentran "Mal de muñecas" (2003), "Niños" (2005) y "Una chica de provincia" (2007). En 2012 publicó su primera novela "El viento que arrasa" y un año más tarde "Ladrilleros", donde comprobamos que la violencia también puede teñir la voz narrativa. Ambas publicaciones ya llevan varias reediciones. En 2014 edita un libro de crónicas, "Chicas muertas", en el que narra la historia de tres mujeres de provincia asesinadas en los años ochenta, tres muertes impunes ocurridas cuando todavía, en nuestro país desconocíamos el término femicidio.
Los libros que publicó después, "El desapego es una manera de querernos", una serie de cuentos, y "El mono en el remolino", un compendio de anotaciones sobre el rodaje de la película "Zama" -de Lucrecia Martel-, si bien no están directamente vinculados con la temática, muestran el interés de la escritora por los casos de violencia de género y que persiste a través de su obra.
La autora de la iniciativa destacó la importancia de estas menciones ya que "lamentablemente hoy para quienes escriben, vivir del libro resulta una utopía y no por esto debemos dejar de destacar y de resaltar el valor que la producción literaria tiene", finalizó Kunath.
El gobernador de la provincia de Entre Ríos, Gustavo Bordet y el vice gobernador Adán Bahl, hicieron llegar su adhesión. Del evento también participaron las senadoras nacionales Norma Durango y María Eugenia Catalfamo; la directora general de la Dirección de Cultura del Senado de la Nación, Liliana Barela; el director General de Gestión Cultural de la Secretaría de Turismo y Cultura de Entre Ríos, Germán Andrés Gómez, y el director de la Editorial de Entre Ríos, Fernando Kosiak.
Tomado de: https://www.elonce.com