(fragmento)
Como tantos argentinos que se precian
debo confesarlo
casi nunca dejé de pensar
en ser el Poeta Nacional
los poemas nuevos, nuevos
que buscaría
para dar en la tecla.
Nunca “ví” viajes
más hermosos que éste.
Retumban las curvas del cuerpo amado
tercos senderos
memorando viejos combates
Padre Nuestro
San Francisco Ramírez
si parece que estás aquí
en el mismo suelo.
Pero hoy en este sitio
en la patria del sauce
mirando esto
sólo quiero ser el poeta
aunque no el “hacedor”
del país de los arroyos.
Mientras pasaba
por el Gualeguay, paso La Laguna
el Moreyra, por el Ayuí
el arroyo La Virgen
el Mandisoví
y esos otros tantos hilos
casi invisibles
que no trascendieron a la nomenclatura
líquidas hormigas
organizando la fiesta
de este cielo tan azul
de los árboles
y del corazón
pensé que era suficiente
y que la gloria
ingenuamente me alcanzaría
no por un verso recordado
sino por la ondulada serenidad
de este paisaje que excede
mis formas elementales.
Tal vez sea una idea
pero el poema
siempre, siempre, fue un recuerdo
y ahora estoy frente a esto;
y escribo porque me lo dictan
los aromos o el tiempo
o el jilguero
que no teme y se me acerca
en esta zona
de plena garrapata y Mío-Mío
mientras construye
el nido del amor.
Chajarí (e/ríos) - 1976