busca en mí a la que habla de las siestas provincianas,
obrera-caracol
un cuerpo desarmado en laarena.
de la fuente de tus protuberancias bebo,
tu jugo queda disperso
brillando
llamándome desde la lactancia
de los satélites. te pido que no me pienses
un grupo de pelícanos se entresaca la comida,
algunos vuelan bajo, separo sus picos del cielo.
tres,
almorzamos
unidos.
vos y la mujer morena ponen las piernas
sobre las mías,
ella me acaricia el cuello y creo que le gusta
mirar la luna enredada en mi simetría.
ven a mi ojo en cinta
ven a mi ojo en cinta
ven a mi ojo en cinta
desde el muelle se ven cruceros
y distancias en milla de ésta
a otras Islas.
sonríen los peces cuando
les hablo de mis muertes.
hoy se desplazó el agua del golfo
dejó una flecha de caracolas que
terminó en mis ojos
se me revela su oriente rosado,
llamas precipitándose sobre la nuca,
casi por quemar la primera infancia.
hombre
oración
anestesia
yéndonos hacia el bosque que no es selva
el mono gigante y la escalera por donde
subir a su mano
foto.
cambia el flujo.
soy una cordillera de mar
que sostiene el peso de los días.
soy lanzada a un lugar más tenue
las muchachas que serán jóvenes una vez más
contra la sabiduría y la rigidez
de los que envejecieron
Ilustraciones: Alejandro López