YO NUNCA TUVE UN NOVIO

A la memoria de Luisito Ruiz Díaz

 

estoy leyendo una introducción de fibra

y luminosidad en medio de la cancha de básquet

del Club Atlético Libertador San Martín

y veo a Mariela con sus botitas Topper

que llega caminando desde Rocamora

con una palmera naranja en el flequillo

era dura la negra y yo y... le tenía miedo

 

ella era la armadora del equipo

iba a los bailes que se amasaban en el club

y las malas lenguas decían que había visto

a tincho carpincho sin disfraz

y a mí me daba envidia

la imponente presencia de la negra

 

yo era amiga de Luisito Ruiz Díaz y Betiana

el abuelo de ella nos enseñaba a escribir

y se burlaba porque teníamos la letra como pato

sólo mucho tiempo después

supimos lo felices que éramos

 

Luisito armaba bailes en el claro de luna

sobre el patio cuando yo soñaba con ser

la novia de Pablo Milocco

que tenía un diente de plata y brillaba

sonría tan hermoso desde lejos

con tanta claridad que abría en dos el mundo

con solo doce años

 

entonces escribí una carta de amor con colorado

de esas que los crayones resaltan los felices

y que siempre llevaba en mi bolsillo

 

tomé coraje un día de sol y al mediodía

lo esperé en la puerta de la escuela

y se la di como quien te da la vida

en las palabras

él sonrió y entre el brillo de sus labios

me pidió que le obsequiara un beso

 

yo estaba enamorada y él también

con un beso sellaríamos nuestro amor

 

así hacen los novios, eso me dijo

 

demoró cinco segundos

lo que me había llevado meses

de muchos largos días planificar

para que se cayera por el miedo

que luego más de una vez me hizo

 

lo mismo, el miedo te paraliza

el amor explota dentro tuyo

el chico que te gusta

quiere ser tu novio

y vos la novia de él

nunca pude entender

que parte no entendí

me asusté, soy tan miedosa

y volví llorando por O'higgins

sin la carta sin Pablo y sin el beso

 

pero ahora que pliego las cejas

y estoy donde todo explota

en una tabla caliente de ajedrez

a veces vertical como candente

donde los símbolos dibujan:

alguna Terminal

en medio de la gente

el tráfico

un silbato

los apuntes

un sol bastante vago

que dos por tres se pierde

con las chicas

la soledad

las cuentas de la luz

del gas

los saldos de tarjeta

el mate

mis enojos

los semáforos que siguen

siempre en rojo

el contorno pintado

de alguna puta sexy

los gatos

los aviones

el vino tinto

el wisky

el humo

los sobrecitos tang

los NO pero en mayúsculas

que incitan un seguí

las madres con sus hijos

los sin padres

las oficinistas

casadas y calientes

los celos y sueños

los poemas sin libros

y alguna vez la flor

al son de los timbales

en fa menor de cumbia

como moliendo uvas

con una gran cadena

moviendo los pies

sobre el paisaje

dirigiéndose todos

y cada uno

hacia un mismo destino:

el de sobrevivir

igual después de 30 años

quiero reivindicarme

estoy tomando el 8

colectivo que te lleva

hasta el barrio Gazzano

a ver si encuentro a Pablo

para dejarle un beso

quizás pueda decirle

que nunca tuve un novio

 

(De: Parar un ratito para cantar,

 Ed. Caballo Verde, Paraná, 2018)