ALGUNA VEZ NO ME DECLARES

Alguna vez no me declares tu historia triste
ni tu situación de país
dime solamente qué es de tu presente
cuánto deseaste a los vientos consumistas
qué pantalones tristes de tradiciones vestís
si te llegaron alguna vez rosas envasadas
si te dejaron destornilladores en tu casa
o si la vida te privó de leer Caras en el pasillo
dejaré que me pegues, que nunca me pronuncies
que rompas las copas que te regalé ese verano
que sientas que no estuve en tu mudanza
y así no deberás nada de nada, ni la nada
porque así son las edades, tan volátiles
tan desplegable como una mesa roja,
y tu historia no depende de mí y de mi realidad
en un páramo de soledades depositarás tu costra
en un páramo de sacador de fotos rotas
como un ala rota de paloma sobre un gato ansioso
y así la vida, si es que se llama así, será menos vieja,
la sonrisa de los rulos y vos tan ingenua y tan solemne
en fin, nadie se ve como se ve cuando se ve…
expresiones de la última página de los últimos libros
casualidades de esos dos tomos prestados que no volverán
en fin vos no volverás, el libro tampoco, ni la vida, ni nada
el fin de las noches, de la luna y de tus especulaciones
gracia de payasos envueltos en souls y en blues ridículos,
ahora todos son poetas, yo también, yo también….

 

Tomado del Blog Poeta Zen, de Alicia Gallegos.