Ya no es la misma sombra que perdura
su desolado corazón obscuro
atado al pie de mí alma y mi figura...
Ya no es el mismo amor, otro maduro
conocer ha venido a mí, callado.
Yo lo escucho pasar, solo, a mi lado
cómo pasa en la noche aquella estrella
que se pierde en el aire, enamorado
cáliz de luz que nunca deja huellas.
Y el amor es así cuando ha pasado.