Perdida en esta sombra estoy ahora
sin saber donde voy ni donde he ido.
No me acuerdo tampoco si he crecido
después de conocerme o si de ahora
soy de esta soledad que en mí ha nacido.
Oí pasos sigilosos que han venido
por detrás de mi sombra hora por hora
y escuché llamar nombres que he querido.
Pero ahora ya sé que no es mi oído
el que escuchó ni es voz que tenue llora
la que se oyó. Es hálito perdido
que, como yo perdida en sombra ahora,
va por el aire y en el aire asido
como la cavidad rota de un nido
roza a mi soledad. Y juntos oran.