TRAS LA HUELLA DE EDGAR ALLAN POE

Tomado de "La Mañana de Nequén" - http://www.lmneuquen.com.ar

El escritor Hernán Lasque editó su primer libro de cuentos cortos, "Ratón Blanco". El autor impulsa así el género fantástico.

La obra de Lasque está compuesta por trece cuentos cortos, reflejando una década de producción literaria.

 
“La literatura es el arte de la palabra escrita. Y el arte es el método para encontrar tu lugar en el mundo. Si la literatura es un arte, entonces para el artista pasa a ser una necesidad”, expresó el escritor Hernán Lasque, a un mes de la presentación de su primer libro “Ratón Blanco”, editado por Colección Libros. La edición desde hace una semana se puede encontrar en las librerías Logos (Buenos Aires 1061), El Amante (Avenida Argentina 245) y en Libracos (Corrientes 282). 
La obra se materializa en trece cuentos cortos o relatos de micro ficción, siendo este el resultado de una década de trabajo que lo llevó al autor a ahondar y continuar con el legado de uno de los máximos exponentes de la literatura fantástica como fue Edgar Allan Poe. “Es un libro de cuentos cortos que lindan con lo fantástico o lo extraordinario. Que tiene en algunos de los relatos, cierta carga de violencia en las resoluciones de las historias. Esto tienen que ver con la intención de producir un efecto en el lector. Escribir para mí es eso, producir un efecto”, reflexionó Lasque. 
En textos como "Sopa", “Purgatorio” o “El Payaso asmático”, a partir de un juego psicológico en la relación que establecen los personajes, el autor crea un clima denso, a veces oscuro, a punto de estallar, logrando con su pluma mantener al lector expectante por la resolución de lo acontecido.  “Hay seis historias que lindan con el género fantástico, básicamente es el género que mantiene la vacilación en el lector. No sabes si lo podes explicar con reglas de la naturaleza. En cuanto uno define por ejemplo que estás soñando ya estás en el género de lo extraordinario, que se acerca a Poe. La vacilación, la duda definen a este género” comentó el escritor.
 
Reviviendo a Poe
Una de las virtudes de Lasque es la de internarse en caminos literarios que parecen perdidos, reviviendo así a autores como el argentino Horacio Quiroga.   “No se encuentra mucho el género fantástico, porque creo que la pos-modernidad te saca de esos lugares. Por ejemplo lo más posmoderno de este libro es un mensaje de textos. Las demás situaciones tranquilamente pueden acontecer años atrás, en épocas pasadas. Desde ahí, la literatura está como librada de cierta posmodernidad”, señaló el autor. 
El libro se completa con una serie de relatos que se corren de lo fantástico dejando lugar a la ficción.  “Hay otros cuentos de "Ratón Blanco" que son más realistas, no son recortes de una situación real, pero si son tranquilamente situaciones que podrían ocurrir”, describió quien todavía cursa la carrera de Letras en la Universidad Nacional del Comahue.  
 
Buscando la forma
Lasque, teniendo como referentes a escritores como Edgar Allan Poe y el uruguayo Horacio Quiroga, comenzó a encontrar la forma de sus escritos, delineando un perfil literario que se manifestó en su adolescencia y que fue tomando forma en los talleres de Alberto Laiseca (2002) en Buenos Aires  y de Pablo Montanaro (2007) en Neuquén.  “Después de leer un cuento de Rodolfo Walsh, yo escribí un texto, lo leímos con Pablo (Montanaro) y me di cuenta que había encontrado un camino para narrar ciertas cosas”, apuntó el escritor, que como técnica de trabajo elige saber hacia dónde dirigir el pensamiento antes de sentarse frente a una hoja en blanco. “Por lo general sí sé dónde apunto cuando escribo. De esa manera trabajás mejor, para no pasarte, para no pisar la idea, para sobrevolarla todo el tiempo y no aplastarla. 
Con respecto a la creación de los personajes, base de sus relatos el autor dijo: “Leyendo y hablando con amigos, con las devoluciones, te vas dando cuenta del perfil de los personajes. Y es cierto que yo le doy mucho cuerpo en cuanto a gestos y “tics” y eso me va tirando el perfil psicológico, si se quiere, que después van a hacer la trama” concluyó Lasque. 

Su historia

Hernán Lasque nació en Concordia (Entre Ríos), vivió en Buenos Aires entre 1998 y 2005, y en la actualidad reside en Neuquén donde cursa la carrera de Letras en la Universidad Nacional del Comahue. El escritor después de mucho viaje y búsqueda se encontró con la posibilidad de publicar su primer libro, que más tarde llamaría “Ratón Blanco”. Surgió por un llamado de la directora de la editorial Colisión Libros y “gracias” a Internet”. Vaya paradoja que él explica. “La directora de la editorial, Cristina Witt, me contacta a través de un escrito mío que vio por Internet. El texto era “Sopa”, cuento con el que abro mi libro. La directora me sugirió que mande textos de esa línea narrativa", expresó el escritor que entusiasmado envió algunos de sus trabajos que terminaron de confirmar a Witt la posibilidad de editarlo. "Por suerte gustó la obra y se me cumplió el sueño de poder publicar", señaló el autor.

Escenario
Resplandor persistente y firme

Con su primer libro, “Ratón blanco”, Hernan Lasque logra en su escritura irradiar una luz cuyo resplandor es persistente y firme, parafraseando a uno de los más grandes escritores norteamericanos, Raymond Carver. 
El autor señala que con este conjunto de relatos intentó aproximarse al género fantástico, incluso va un poco más allá, los trasciende porque en esencia hay algo de poético en el trasfondo de estos textos. Al igual que Julio Cortázar. Porque con este caudal poético oculto, Lasque logra el misterio de todo ese mundo real e imaginado que propone, como así también las marcas de los personajes que transitan las páginas de su libro. Y para lograrlo se vale de un lenguaje simple, directo, cotidiano, prevaleciendo la frase breve pero efectiva, logrando además una tensión, una amenaza, una sensación de que algo va a ocurrir. “De la luna apenas se alcanzaba a adivinar el resplandor detrás de un trapo de nubes negras. El mar soplaba un viento salado y arenoso y explotaba en las rocas de la punta misma del cabo bajo el faro. El trazo radial de luz a cada nuevo giro me desorientaba aún más en la oscuridad”, escribió Lasque. El lector de este primer libro de Lasque descubrirá una escritura que ha sido trabajada en el más absoluto respeto por aquello que persigue todo acto creativo: la posibilidad de imaginar otros mundos posibles pero en éste. (P.M)